jueves, 29 de marzo de 2012

A la orilla del mar...



Nos enseñan a hablar, a callar y hasta reír…mas nunca nos enseñan al corazón controlar…eso es algo que solo la experiencia sabe hacer, a golpe de lágrimas y desengaños y de tatuajes de tinta sobre un engorroso papel…
Tus ojos y tu voz fueron imán para mí, tu desenfreno y tu sonrisa hicieron el resto; a la orilla del mar cada noche escapábamos, nos gustaba mirar las estrellas, sentir la arena fría sobre los pies sin parar de besarnos…
Conducíamos lejos, siempre buscando la orilla del mar…y en él nos adentrábamos; junto al mar hacíamos el amor, con la luna como reclamo…y ninguna excusa para dejar de besarnos…y si tenías frío la rebeca no era lo suficientemente cálida como para dejar de buscar mis brazos…
El tiempo se empeñó en separarnos y en difuminar con el dedo tan hermosos trazos perfilados a carboncillo… Cuando cumplí los veinte tenía un doctorado en la “danza de la vida”, un carnet en el bolsillo y un cajón lleno de cartas sin respuestas…La distancia y el miedo fueron de la mano…tú y yo, hicimos el resto…
Sin sonrisas de felicidad ni miradas hacia atrás, sin abrigo, ni agua ni pan… aquella noche fuimos a la orilla del mar y allí nos bañamos e hicimos el amor...
Los dos mentimos, yo hice como si la distancia no me importara y ella de promesas (que sonaban a despedida) se jactaba…los dos mentimos, ella sabía que no volvería y yo que otra vez en mis brazos no la tendría…
Las cosas que soñamos, nuestra casa junto al mar, la chimenea…nuestros hijos… se han desvanecido en el aire… las cosas que nos parecían importantes ya no están…
Ahora los otoños han pasado, tengo un viejo coche azul y reivindico por mis Derechos en tiempos de desilusión e incertidumbre…y últimamente, sin trabajo… Ahora, más que nunca, las pequeñas cosas cobran todo el sentido…
Pero no dejo de acordarme cuando nos escapábamos en la vieja moto roja, con tu pelo encrespado al aire y tu sonrosada piel acariciada por la brisa… Cada noche nos íbamos hacia nuestro rinconcito secreto, nos abrazábamos con fuerza mientras temblabas entre mis manos…a la orilla del mar…
Éstos recuerdos hoy han vuelto para incordiarme y me siguen a cada paso que doy… ¿Fue todo un hermoso sueño que no supo luchar por hacerse realidad? ¿O, acaso el miedo que, a pesar de los años, no logré esquivar? … No lo sé, pero ésta noche mis recuerdos me atrapan, y aunque sé que todo suena a distancia y olvido, hoy, mis recuerdos me llevan a la orilla del mar…

Jesús.

jueves, 22 de marzo de 2012

Aprendamos a volar...


Crees que puedes darle la espalda al silencio y nadar contra corriente; subir cuando todos bajan y sentir calma en la rabia mientras los demás se desmienten…
¿Puedes distinguir el azul del mar del acerado asfalto? … ¿El verso de la palabra? … ¿La sonrisa del miedo? Dime, no temas, ¿puedes hacerlo? …
¿Acaso algún príncipe te rescató de las noches sin luna convertidas en lágrimas de resaca? … ¿Y tus sueños, lograron por fin conciliar el “sueño” …?
¿Has sentido la brisa acariciar tu cara? … ¿Has sentido el olor a hierba fresca? … ¿O te has dejado seducir por el olor a rosas y jazmín? …
Las cenizas del ayer no saben de nada más que tu y yo no sepamos… es absurdo encadenarse a un ayer que sólo en tu mente has creado… olvidando que tras la primavera siempre llega el verano…
Solo somos un hermoso presente anclado en un pasado, dos almas aprendiendo a volar soñando con surcar el arcoíris… ¿Qué hemos alcanzado? … el mismo incesante miedo a dar el salto…
Ten, toma, coge mi mano…cierra los ojos…y déjate llevar… hoy contigo quiero navegar por este mar de estrellas que siempre los dos hemos soñado, hoy contigo quiero reír y cantar…y hacer de tu silencio poesía en mis labios…

Jesús.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Historia...

No quiero que ningún otoño
borre esta historia
aún por escribir;

que el aire se lleve las hojas
muertas, y otras nuevas
vuelvan a renacer

porque tan grande
y bonito amor
no puede nunca,
mi niña, morir. 

Jesús. 

A ti, mamá...



Desde aquél lugar,
madrecita mía,
que tiene como escenario el mar,
bendeciré tu nombre
al ser tus ojos mi caminar.

Y desde aquél lugar,
madrecita mía,
que parece un altar,
saciaré tu hambre
de justicia y libertad.

¡Es una oración!
Lo que quise ayer,
cuando vuelva a soñar…
ea,ea,ea
tu niño te lo dará.


Jesús.


viernes, 16 de marzo de 2012

Hoy...

Tus ojos ya no brillan con el amanecer de mis manos...
Hoy he salido a pasear muy temprano...quiero ver salir el sol, sentir esa extraña sensación de la humedad de la aurora en mi cuerpo mientras el tibio sol de invierno empieza a calentar los sentidos...
No hay lugar para el remordimiento, solo vacío, tranquilidad, la brisa y lejos, muy lejos el susurro del mar...
Que hermosa aurora!! absorto me quedo contemplando el espectáculo de matices de luz y color que día tras día nos regala la naturaleza, y que ufanos de ver nos empeñamos en negar a cada paso...
Es hermoso éste silencio!, éste aquí y ahora, éste momento que estoy viviendo... pero a mi lado ya no estás...
Es el egoísmo, tan banal y tan humano, el que nos lleva a querer poseer aquello que admiramos; a alcanzar lo bello para enmascarar así nuestros miedos...más una vez logrado, cuán juguete en manos de un niño, no sabemos alimentarlo...y nos cansamos... 
Hoy he escuchado la inmensidad del océano en el interior de una caracola, he navegado por el universo de tu piel...en mis recuerdos, he dibujado mi nombre sobre la arena mojada, el tuyo mas varias palabras sinsentido y el mar las ha borrado, he observado a los pájaros volar y le he dado miguitas de pan a los gorriones...he paseado por las calles, he escuchado tu nombre en otras voces, he coqueteado con el silencio, he encendido una vela y en penumbra música he escuchado...
Hoy no quiero recuerdos, hoy no quiero pasado ni caminos desandados...
Hoy he salido ha pasear muy temprano...ahora las horas han pasado y quiero ver como se oculta el sol, sentir esa extraña sensación del tibio atardecer y cómo el ocaso empieza a enfriar los sentidos...
Tus ojos brillan al anochecer...esperando mis labios...

Jesús.