Y no te das cuenta… que lo que me enamora no es ese café… es ese
momento que juntitos compartimos mientras busco tu mirada a través del humo en
él… es buscar tus dedos entre tus manos… y encontrarlos…. Es ese “silencio roto”
en mitad de la noche… buscándome a mi… y encontrándote yo a ti…
Y no te das cuenta… que no son esos pulcros formalismos lo que
necesito… que si estoy caído no quiero palabras hechas… ni silencios vacíos…
siéntate a mi ladito… mírame… acurruca en mi hombro tu cabecita y grita en
silencio “amor mío”… verás que pronto se iluminan mis ojitos…
Y no te das cuenta… que en la “superficie” de todos te pierdes…
descuidando ese “mar”… que de amor está lleno… y cuando a tu antojo lo quieres
buscar… la luna está llena y al “ mar” se lo llevó la marea…
Y no te das cuenta… que la confianza no se gana con verdades a
medias o mentiras enteras… que cuando se calla mas que se habla o se habla
mucho prometiendo nada… los sentidos palidecen como la noche… e igual que la mar… con la marea se van…
No te das cuenta… que en un instante todo lo hermoso se condensa…
que dos corazones no solo con los labios se besan… que todo empieza y todo
acaba en una “caricia”… o en una "palabra"… que las lágrimas no siempre son de
sal… que las hay que están llenas de mucho amor… y felicidad…
Jesús.