sábado, 15 de diciembre de 2012

El cielo está raso...



Esta noche me esperas en el paseo, bajo la luz de aquella tímida farola azul… al margen del río… Los miedos se entrelazan paso a paso… momento tras momento… Sin decirnos nada silenciamos las miradas y con deseo nos besamos…

Esta noche el cielo está raso… y los dos nos empeñamos en contemplar las estrellas… desde el primer lucero hasta el último… El verano se acerca y es ahora cuando éstas se visten de “etiqueta” y hasta las que de nosotros mas se alejan osan brillar  más…

Aprovechamos cada segundo que al tiempo le arañamos, viajando de norte a sur… de oeste a este… Cuando se acababan los besos de caricias nos inventábamos… arriba en la montaña… o con los pies descalzos junto al mar…

Algunas personas desisten de soñar y empiezan a apagarse poco a poco… despacio, muy despacio…  Las hay también  que vuelven a casa cada día, dejan su rutina sobre una silla y salen a la calle a no dejarse derrotar…

Quiero que no te escondas bajo la almohada… pues si bien muchos anhelos nacen ahí… también muchos mueren allí… Así que ven, mi niña, dame la mano que vamos de las nubes a hacerlos bajar…

La conocí con una camiseta y un vaquero azul,  hace ya algunos veranos, en un viejo bar… junto a ella un hombre que por mediocre nunca la supo amar…  el bar atrás dejé… y de allí conmigo me la llevé…

Ahora hay arrugas y lágrimas en los ojos de mi niña y llora por las noches cuando se va a dormir… Cuando regreso la casa está a oscuras y de la nada su voz me susurra… "niño, mi niño… ¿estás bien?"

Se sienta en el umbral de la puerta, junto a mí… y piensa que sus sueños rotos están mientras en la noche su mirada pierde… con esos ojitos de quien cansancio siente...  de haber vivido tanto… y esa extraña sensación de tanto haber perdido también…

Por todas las noches que dejamos inacabadas… por todos esos “ángeles” que vimos caer… ésta noche mi niña y yo junto al mar vamos a regresar… y con la luna nos bañaremos… y de nuestros labios nuestros “pecados” purgaremos…

Esta noche el cielo está raso… y será mejor que las estrellas nos salgan al paso…  El verano se acerca, lo sabes ya, mi niña,  y es ahora cuando éstas se visten de “etiqueta” y hasta las que de nosotros mas se alejan osan  brillar  más…



Jesús.

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