jueves, 24 de enero de 2013

Romper el cristal...


El uso “cristalizado” de la lengua se está convirtiendo en canon a la hora de expresarnos… Las personas poco leen ya… pero menos escriben… Las Redes Sociales abrazan este uso generalizado de lo simple, lo vano, y, a veces, de lo absurdo…

Las normas están bien para canalizar los “intereses” que por ella fluyen… pero también está en su naturaleza el que algunos osemos romperlas…

Nos rigen las frases hechas, las aseveraciones solemnes o las citas magnas… siempre de “otros”… “Copiamos” y “pegamos”… “retuiteamos”… todo menos pensar… todo menos crear…

El lenguaje es un mar de posibilidades… pero lejos de disfrutarlo, nos empeñamos en dejarlo árido como el desierto… El sentimiento de una vivencia puede tener mil matices con unas pocas palabras… al igual que una palabra puede reflejar mil matices diferentes…

Las reglas están para romperse… transgredir la norma, cruzar en ámbar… frenar en “parada” y acelerar… unas veces en marchas cortas y, otras… en largas… La lengua tiene su ritmo… la lengua es prosa… pero también poesía…

Decía Lacan que la poesía es ´violencia contra el uso cristalizado de la lengua´… Es necesario pues,  romper el cristal y hacerlo añicos… encontrarnos con sorpresa en un mundo de emociones, sentimientos y vivencias… listas para ser acariciadas por la voz… por la palabra…

La vida, al fin y al cabo, es efervescencia, rebeldía y, que nunca se nos olvide,  también poesía… La poesía, es mar en calma y tempestad,  es violencia… pero también caricia... es inconformismo contra el uso excesivamente “generalizado"  de lo cotidiano… como la vida misma... 

Jesús.

sábado, 12 de enero de 2013

Enseñar...



 Me enseñaste a amar el mar, a besar con la mirada... a contar estrellas, a dar el salto y volar... desplegando las alas… Me enseñaste a descubrir lo hermoso que es un silencio… a jugar con las palabras, a descubrir un mundo nuevo en cada caricia y susurrar tu nombre en mis labios cada mañana al despertar...

Me enseñaste a que saben las noches contigo, a contemplar la luna en su majestad, a oler la hierba fresca... o la sal que viene envuelta bajo las olas que rompen en la orilla del mar... Me enseñaste de qué colores se viste la aurora cuando en tus brazos amanezco, a escuchar como cantan los grillos en verano, a contemplar el firmamento de mil  formas… todas distintas…  y a sentir los colores que el tiempo dibuja en cada estación...

Me enseñaste que el amor es algo más que amor... que amar no es solo querer... ni querer es siempre amar... Me enseñaste que la admiración no es solo un "juego" de adolescentes... que se puede adorar a alguien con el alma y la verdad...

Me enseñaste a no hablar por hablar... a ciegas en ti confiar... me enseñaste que las manos no solo sirven para dibujar... que mi cuerpo cada día es esculpido por ti... Pero hay algo que jamás me enseñaste... hay algo que no supe ni quise de ti aprender... pues no puedo ni imaginarme... a vivir, mi niña, sin ti... 

Jesús.

miércoles, 9 de enero de 2013

Palabras...



Hay algunas palabras que parecen estar desterradas, repudiadas o condenadas al miedo… del silencio o la descalificación… La angustia, la ansiedad, la tristeza, nostalgia o melancolía suelen ser malsonantes… y por algunos, repudiadas en nuestro día a día…

Hemos adoptado un estereotipo de “falso optimismo”, o de “optimismo aparente” que lejos de embaucar a otros no hace más que engañarnos a nosotros mismos… “La alegría debe ser ilimitada”…  es el slogan a modo de spot publicitario que nos quieren vender y por los ojos meter…

Sin embargo, la tristeza es un sentimiento legítimo… y yo diría, al igual que el amor, un tanto “rebelde”… La tristeza y la melancolía, la angustia… son palabras que designan emociones, sentimientos y estados de ánimo que forman parte de nuestra vida…

Lo que “anula” a la persona no es la tristeza… sino la estupidez… Lo que matiza, modula el ánimo, en cambio, es la intensidad… y la intensidad puede sentirse bien bajo el más radiante sol o bien bajo una oscura noche de lágrimas y llanto…

Debemos defender la rebeldía, nuestro sagrado derecho a la inconformidad… a estar contentos con una bonita sonrisa difuminada en la cara… o, a estar, porqué no, soberanamente apagados y tristes…

Al fin y al cabo la vida está compuesta de contrastes, de claro-oscuros, de momentos… hermosos y no tan bellos… porque hasta en el color, la naturaleza nos muestra una amplia gama de matices…


Jesús.

lunes, 7 de enero de 2013

Oscuridad...


Voy conduciendo mi viejo coche azul… destino hacia ningún lugar, es de noche y la carretera no tiene apenas luz…Voy pensando en las cosas que nos decimos cuando estamos en silencio tu y yo… Piso el acelerador, como si quisiera llegar a ese “momento” en el que el Mundo parece ser casi perfecto… y me doy de bruces con aciagos  recuerdos…

Apenas tengo nada… y pienso que es mejor así… tan pronto como te crees en posesión de “algo” y asumes tenerlo “todo”… te das cuenta que no tienes nada… 

Viajo por la carretera… solo, hasta que el amanecer me sorprenda… Nada se olvida si en el dolor del ayer te regocijas… en cambio, todo se perdona cuando sé que mis pasos se dirigen hacia ti… hacia tus brazos…

Sigo con mis miedos dándome vueltas en la cabeza… y no consigo librarme de ellos… Cuando encontramos aquello que siempre hemos soñado, cuando de verdad amamos… no tiene sentido dejar caer al suelo los “platos rotos”… ya no hay que mirar para otro lado… no tiene sentido buscar habiéndote encontrado… sino luchar por tenerte a mi lado… sin sufrir daño…

A veces perseguimos sueños en la “oscuridad”… olvidando que los ojos cuando mas brillan es a la “luz del día” y en la claridad… 


Jesús.

miércoles, 2 de enero de 2013

A tu ladito...




Como explicarte que la luz
que hay en mis ojos
nace en la luz
de tus ojos...

Que en ti creo, por tu respeto;
que a tu ladito
se convierten los días
en eternidad, hecha pedacitos...

A veces, soy sorpresa...
en tus labios...
otras, presa soy de tus miradas...
mas siempre de tus silencios esclavo...

De palabras inacabadas
de "encuentros",
de sábanas
y eternos y encendidos deseos...

Contigo me siento libre...
en la palabra,
y sabueso de tu cuerpo,
de tu piel...
y hasta de tus besos...

Cerca... muy cerca...
que ya de mí no estás lejos...
a mi ladito...
por si lloro...
por si me pierdo...

Es cada momento...
los que hablan sin hablar
y los que callan...
porque deben callar...

Es el "hambre" que no se sacia...
de miradas inacabadas...
es tu voz...
y tu aliento...

En ti nació todo
lo que ahora siento...
y aún cada día me preguntas
que qué me pasa...

¿No lo ves,
mi niña?...
¡De amor por ti
me estoy "muriendo"!

Jesús.