A momentos puedo ser tan indefenso a tu merced…
que negarte… llorarte… ya no se…
Me gusta sentir que te siento… como mis manos
te buscan… aunque no estés cerca… como mi voz en silencio te grita cada noche… y mi alma deja ya de soñar…
sabiendo que no hace otra cosa que soñarte…
Nunca se aprende la lección… y se vuelve a amar
“desnudo”… y sin antifaz…
Y rescato en las mañanas tristes… el quererte
como te he querido… sabiendo que aún herido locamente te sigo queriendo…
De la duda a la indecisión… mejor si… mejor no…
Ya garabatee mil versos… y en ellos me perdí…
para encontrarme en tus ojos…
Silencio tu me das… el mismo que a mi me mata… sin preguntar no preguntes mas… ésta es mi
respuesta…
Jesús.
No hay comentarios:
Publicar un comentario