Si hubieran hecho falta
diez mil palabras de amor
para nombrarte,
las hubiera
escrito sin dudarlo ...
Basta con tu silencio,
tus labios,
tu mirada,
tus gestos
y el eco de tu voz..
Jesús.
martes, 31 de enero de 2012
jueves, 26 de enero de 2012
Papá ..
La suave y tímida brisa de otoño azota con tino las hojas de los árboles de forma continua, como el eterno vaivén de las olas que vienen a romper a la orilla del mar. Y en un momento determinado, ignoto e impreciso, éstas se desprenden y comienzan a caer mecidas, ¡paradojas de la vida!, por la misma brisa que antes las hizo desprender de sus frágiles y ávidas ramas.
Comienza entonces, un ligero descenso, acunado siempre por el viento, de la hoja hacia la tierra, hacia la misma tierra en la que antaño brotó por primera vez.
Del mismo modo, tu, papá, te has marchado hoy, sin mirar atrás, sin decir adiós, sin nada mas que decir ni nada mas que hablar.
Ahora el silencio aprieta más que nunca, y las lágrimas, fruto del dolor de tu “partida”, ahogan mi alma y desconciertan a mi corazón. Sin embargo, se que no hay vacío ni ausencia, porque me queda la huella de tu presencia, y, aunque la hoja regrese a la tierra, se que hay algo que siempre se eleva por encima de todo y de todos: la esencia y el amor.
Uno no siempre puede expresar los sentimientos; no sabe, no quiere, no puede o no encuentra la forma o el momento. Ahora veo lo que antes no veía bien, ahora se lo que antes no sabía bien; ahora que mi camino encuentra algo de luz, ahora, coges y te vas, y, ¡maldita sea!, lo haces cuando mas te necesito.
Te vas sin decir adiós; te vas sin mirar atrás; te vas, y me dejas en un mar de oscuridad y soledad. Mas mi único consuelo, es saber, que sin tenerte a mi lado, nunca me abandonas, que sin poderte hablar ni mirar a la cara, nunca estaré solo, que aunque no te tenga aquí conmigo, papá, se que siempre tendré tu protección, amor, cariño y abrigo, porque tu eres mi padre y yo soy tu niño.
Jesús.
miércoles, 25 de enero de 2012
Mis niños ...
Han pasado los años.. y al contemplar esta foto no puedo dejar de emocionarme..
Hay a quién no les gusta los animales, lo respeto, pero yo los adoro, en especial los perros. Nobleza al límite, ternura y amor incondicional es lo que suelen ofrecer, y eso, en los tiempos que corren es difícil de encontrar..
Éstos son mis niños, como yo los llamaba y como siempre los llamaré.. Yerko y Zelín..
Zelín es un cruce de Setter Irlandés y podenco.. y salió un peluche canelita con unos ojitos color miel y una trufa negra para comérselo.. Puro nervio y un punto de “locura” que le hacían estar inquieto la mayor parte del día pero con una nobleza que yo no he visto jamás.. Un poco celoso y arisco en el exceso de cariño; había que entenderlo porque le encantaban las caricias y que le rascaran detrás de la oreja o en la barriga pero no que le besuquearas..
Yerko es un Setter Irlandés puro color caoba con la carita más bonita en este tipo de raza que yo haya visto nunca.. Él era guapo, la majestad, el empaque, el saber estar y el ser más cariñoso y dulce que he tenido a mi ladito. Le gustaba la comodidad y que lo besaras; para nada celoso aunque sí muy “zorrito” en las travesuras (la mayoría las hacía él y se llevaba el rapapolvo el otro porque sabía muy bien “guardarse las espaldas”). Muy callejero y más débil de salud que Zelín (que era más fuerte).
Pues aunque habrá quienes me tilden de loco mis niños me lo han dado todo, muchas cosas… que no he encontrado en muchas personas que se hacen llamar seres humanos.. incondicionalidad, compañía, amor …
Captaban perfectamente mis momentos malos.. de tristeza o apatía, de lucha o entereza.. Estuvieron a mi lado a lo largo de un proceso de cáncer y creo que gran parte de mi curación se la debo a ellos.
Luego desarrollé una alergia al pelo de animal (perros y gatos) y los médicos me dijeron que me tenía que separar de ellos si quería mejorar .. No lo hice. Al igual que ellos estuvieron a mi ladito yo también juré estar al suyo hasta el final, aunque aquello me supusiera hipotecar mi salud durante unos años.
Yerko vivió 13 años y seis meses y hubo que sacrificarlo por parálisis cuartos traseros y Leismaniosis.. murió en mis brazos mientras le besaba..
Zelín vivió 15 años (le faltó un mes para hacerlos) y hubo también que sacrificarlo por un tumor y Leismaniosis.. murió en mis brazos mientras le acariciaba y besaba..
Pocas veces en mi vida he llorado tanto como en éstas dos ocasiones ..
Podría escribir un libro con mil anécdotas y momentos.. una etapa de mi vida dura, difícil .. pero también (y ahora lo sé) tremendamente feliz ..
Mis niños, a los que criamos con biberones, me adoraban .. porque yo les adoraba a ellos .. mis niños nunca se separaron de mi, ni en los buenos ni en los malos momentos .. tampoco yo lo hice .. mis niños vivirán siempre en mi recuerdo, y gracias a ellos hoy puedo decir con orgullo que soy mejor “persona”..
Esta fotografía creo que es del año 1999.. ellos ya no están (Yerko murió el 19 de Enero de 2001 y Zelín el 25 de Marzo de 2002) y yo soy unos años más viejo …
Les dediqué estos versos que están en la portada de un libro que escribí…
A la dulzura, la ternura y cariño
a la nobleza, al calor y apego,
al amor incondicional,
a la alegría y docilidad,
a toda una vida,
a Yerko y Zelín,
mis niños..
Jesús.
Jesús.
martes, 24 de enero de 2012
A veces ..
A veces me caigo y no me levanto; a veces río y otras soy puro llanto; a veces sueño despierto, a veces me alejo del dolor y el sufrimiento y me vuelvo pequeño y otras ni soñando sueño; a veces doy más de lo que tengo, a veces me ilusiono con todo y con nada y se me olvida a donde voy y de donde vengo.
Todos los días tienen ese “momento” en el que hasta respirar es una difícil tarea para conmigo. No soy una persona complicada, aunque, en ocasiones, y sin previo argumento, azote fuerte marejada, siempre consigo salir a flote…soñando de madrugada.
Lo bueno de los años es que curan heridas, lo malo es que siempre surgen otras en la vida. Ahora toca ser feliz de otra manera, hacer de cada estación una nueva primavera porque mi historia, aún por escribir, es aprender a vivir, sin esperar a olvidar, ni olvidar que sólo se amar.
Quizás me han faltado ganas y talento para volver a escribir, quizás esperaba la ocasión o el momento, quizás mi alma voló lejos y hoy, de nuevo, ha vuelto. No lo sé; lo que si sé es que me es más fácil expresarme por escrito, quizás las emociones y sentimientos estén menos veladas por la timidez cuándo se escribe sobre un vacío papel.
Cómo la mar soy calma y tempestad, brisa que acaricia tu cara envuelta en espuma y aroma de sal, y fuerte oleaje que viene a romper a la orilla del mar. Pero no te engañes pensando que navegar de vuelta va a ser igual, que la estela del camino enamora más que el calor del hogar.
Romántico, iluso o prohibido, la vida se me va con lo que escribo, pues ahora vivo y respiro y a mi alma siento, a veces, que pende de un hilo. De las noches oscuras he aprendido a vivir, las noches con luna me han enseñado a sentir. Las sombras de la razón, a veces, ciegan al corazón, más siento con ardor que no hay en mi vacío sino pasión.
Intento no caer, no llorar, no sentir…pero no puedo. Busco la tenue brisa del cariño y el amor y, a veces la encuentro, pero cuándo me acerco la pierdo. Intento no perderme y creer en lo que creo pero, a veces, me pierdo y realmente no se si creo.
No quiero pensar para tener que olvidar, ni olvidar para volver a pensar. No puedo callar al silencio; no quiero que me hagan daño, no quiero lamentos ni sufrimiento.
Como dice Sabina “por decir lo que pienso sin pensar lo que digo más de un beso me dieron y más de un bofetón”
Soy fuerte y luchador, cariñoso y sensible, muy sentido y susceptible, romántico y emotivo, bocazas, cabezota e impulsivo, responsable y tenaz y muy tímido pero también extrovertido. No soy rencoroso, y soy de los pocos tontos que siguen creyendo en el amor.
¿Porqué todo esto? Porque lo más bonito que se puede decir a una persona que es importante en tu vida es dar las gracias por existir, por ser; alegrarse por el mero hecho de que la otra persona exista, sea.
A veces una mirada, un gesto, una sonrisa, una caricia, un silencio….dicen más que todas las palabras que se puedan escribir. A veces, escribir también es necesario porque hay cosas que de la boca, de otra manera, no se atreven a salir.
A veces, me pierdo en el silencio y me dejo llevar por el sonido del mar, a veces para todos caigo en el olvido, a veces me encierro en mi mismo y me vuelvo introvertido y mortecino cómo un fraile, a veces me doy cuenta de la luz que hay en los ojos ajenos…sin encontrar el testigo que me de el relevo….para el próximo baile.
No me importa que me cierren ventanas y puertas…porque al corazón de quien si me importa prefiero entrar por el balcón, dejar huella y partir, cuando haya que partir, en el próximo tren…que me espera en la estación.
Jesús.
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