sábado, 18 de agosto de 2012

Pecado...



Parece que el mayor pecado que se puede cometer en éste cinismo de realidad, al que llamamos vida, es “nadar contra corriente”. Decir cuál es nuestra “verdad” a riesgo de caer en el “pozo vacío” de algunos simplemente porque cometes la “osadía” de atreverte a pensar.

A veces, las cosas no “son como son”, al igual que ni se pone ni sale el sol, que es la Tierra la que gira alrededor de él…  A veces, la “verdad” no está escrita en un titular ni en un diario de tirada nacional… A veces, la “verdad” se esconde en el silencio y, otras, en los que claman en las calles paz, justicia y libertad…

Me gusta “nadar contra corriente” y no nadar en el océano de los que hablan por hablar… Sí, la vida es compleja… o quizás, extremadamente sencilla… y sea el hombre para ella la peor de las pesadillas…

Deberíamos de pensar más… y no “creer saber” tanto… deberíamos de callar antes de empezar a hablar, de saber escuchar… antes de creernos en posesión de no sé qué absoluta verdad…

Me gusta “nadar contra corriente” y no sentirme del rebaño redil y parte… Prefiero, como el salmón, surcar los ríos contra corriente y al final del recorrido, en la orilla, exhausto, depositar mis ideas y descansar… a tu vera eternamente…

Los ríos siempre fluyen… lo que mansamente has depositado, para unos será “pan” y filosofía de vida… para otros, sin embargo, seguirá siendo pecado…

Jesús.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Rutina...



Las cosas se suceden con una tibia sensación de continuidad… Desayunamos, nos aseamos, en silencio soñamos… a veces, hasta nos besamos…

El trabajo o la pareja… una secuencia de repetición… un paseo, la cena ya está hecha… Todo sigue su ritmo, nada va a cambiar… no hay porqué temer, pensamos… creemos…

No prestamos atención a los cambios imperceptibles, a la sutileza, a la magia de un segundo, al segundo que transforma un “momento”… a la ilusión que lucha por sorprender y convertir la sorpresa en ilusión…

Si nos fijamos “veremos” que no hay inmovilidad… que todo fluye, que siempre hay un proceso en marcha… un rio de luz que a cada instante fluye… ¿Son tus ojos?... No, eres tú…

En cualquier momento el agua puede fluir en forma de “lluvia” y regar la tierra de la ilusión… o caer en cascada hacia el abismo de lo usual…

Son placenteras las rutinas… paz y sosiego dan… es incuestionable… pero quizás no habría que “entregarse” a ellas con sumo afán…

Jesús.