Voy conduciendo mi
viejo coche azul… destino hacia ningún lugar, es de noche y la carretera no tiene
apenas luz…Voy pensando en las cosas que nos decimos cuando estamos en silencio
tu y yo… Piso el acelerador, como si quisiera llegar a ese “momento” en el que
el Mundo parece ser casi perfecto… y me doy de bruces con aciagos recuerdos…
Apenas tengo nada… y
pienso que es mejor así… tan pronto como te crees en posesión de “algo” y
asumes tenerlo “todo”… te das cuenta que no tienes nada…
Viajo por la carretera…
solo, hasta que el amanecer me sorprenda… Nada se olvida si en el dolor del
ayer te regocijas… en cambio, todo se perdona cuando sé que mis pasos se
dirigen hacia ti… hacia tus brazos…
Sigo con mis miedos
dándome vueltas en la cabeza… y no consigo librarme de ellos… Cuando
encontramos aquello que siempre hemos soñado, cuando de verdad amamos… no tiene
sentido dejar caer al suelo los “platos rotos”… ya no hay que mirar para otro
lado… no tiene sentido buscar habiéndote encontrado… sino luchar por tenerte a
mi lado… sin sufrir daño…
A veces perseguimos
sueños en la “oscuridad”… olvidando que los ojos cuando mas brillan es a la “luz del día” y en la claridad…
Jesús.
...
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