sábado, 22 de septiembre de 2012

Mirar...



Poco nos miramos ya…

Existen multitud de formas de mirar… de mirar al cielo, a los ojos del otro, al mar y hasta al silencio. Contemplar el entorno, leer unos labios, descubrir que en cada rostro se esconde un arcoíris de matices… de aprender que tras una mirada se oculta, a veces, el no… y, a veces, el si…

Ya no nos miramos, no dedicamos tiempo a la contemplación… no observamos… Hemos bajado la mirada al suelo, a media altura, a camino entre los pies y la pantalla del móvil… y si nos “atrevemos” a mirar de frente es para darnos de bruces con la pantalla del ordenador…

Hemos inventado un sistema iconográfico para “expresar” nuestras emociones y estados de ánimo… olvidando que desde el inicio el universo entero cabe en el rostro de un hombre, de una mujer… que el dolor, el llanto, la alegría y la ilusión (por citar algunas…) se “leen” en los ojos sin apretar ningún botón…

Tal vez, algún día, los hombres de hoy dejen de mirar hacia abajo, de mirar a media altura… Tal vez, algún día, osen a subir los ojos y se atrevan a descubrir el “universo” que hay detrás de ti… detrás de mí…


Jesús.

No hay comentarios:

Publicar un comentario